martes, 6 de octubre de 2009

La noche de negación de una simple y soñadora recolectora...

En una noche de negación me pregunto
Que necesito para renacer.
Y me respondo
Sus  besos, sus labios, y sus manos.

Pero esta noche y solo para no sentir dolor…
Me induciré la idea
Que solo necesito mis sueños.
Y trabajo y más trabajo.

Y pese a su voz, me quedo con el recuerdo.

Noche de negación. "Mudo silencio"

Mudo el silencio, la mente y la locura,
Desierto silencio que se combina con el misterio,
Mi alma se llena de incierta melancolía
Donde el latir de tu pecho me estremece día a día

¿Sabes?...
De pronto una caricia se seca en mi memoria…
De pronto un sentimiento reina en mí ser.
Mis lágrimas ruedan.
Presas de mis sueños…
Presas de mis fantasías…

Inútil recuerdo…

El tiempo…

La vida…


Quien falsa me engaña
Rebusca en mis anhelos.

Falsa alegría…
Falso recuerdo…

Falsa fantasía…
Mi mente gira
Gira… gira

Se queda en silencio…
… con solo una duda…

Una noche de negación. "NO"

No…

Y Salomón dijo:
“Conócete a ti mismo y descubrirás al universo”
Todas las mañanas me levanto y pienso conocerme,
Pero al conocerlo a él mi mente cayó en silencio.
Me miro al espejo y dudo de mis sueños.

De tanto en tanto que me niega,
De tanto en tanto que “los” niega
Me niega y me niego y nos negamos mutuamente
De pronto… y de tanto en tanto de negarnos,
No recuerdo mi historia, ni mi conocerme.
Ni uno, ni diez, ni diez mil,
Generan tanto desespero en mí
Que tu “un” incierto creo en ti.

Y me miro nuevamente en el espejo,
Y dudo más de mis sentimientos
Y dudo más de mí
No sé si me niega él o me niego yo
Solo sé que de pronto rompo el juramento de salomón
Y las puertas se niegan a mi sabiduría.

O es que solo al negarme afirma su línea,
Ese cruel parlamento que también me niega.
No… no… no
De tanto en tanto no. Me he olvidado el mí.

Por eso me remito a este viejo Salomón
Cuando de tanto se afirma un no… esconde tal vez un sí…